Friday, August 07, 2009


NARDA NO ESTÁ AQUÍ

No voy a entrar en polémica. No me interesa confrontar. Siempre es positiva la discusión. Giuseppe Recchia y Guido Guerrera son mis dos amigos italianos que tienen diferencias sobre Fernanda Pivano. Los escucho a los dos de la misma manera. Guido Guerrera me manda su trabajo sobre la escritora y yo simplemente lo comento en este espacio. Giuseppe, sin mediar respiro, me remite un mail que transcribo:
"Las noticias comunicadas acerca de la Pivano están en neta discordancia con lo ocurrido históricamente"

"Ciertamente la Pivano es una discreta traductora de Hemingway, pero ¿quién es el traductor de Hemingway?. Cesare Pavese. De hecho después de su muerte las traducciones de Pivano mostraron infinidad de lagunas. Además Pivano ha estado con Hemingway no más de 3 o 4 veces en cortos períodos y su biografía esta llena de olvidos y quejas bastante escandalosas realizadas por la familia Ivancich que espero tu sepas de quien se trata."

No voy más allá porque cuando se tiene "malas fuentes" se puede caer en increíbles equivocaciones".


A ver, el tema de las traducciones siempre es complejo. En este caso ¿por qué va ser distinto?. En 1949 Fernanda Pivano traduce "Adiós a las armas". Diez años atrás la escritora siendo estudiante y alumna directa se encuentra con Cesare Pavese. Desde entonces crece una amistad entre ellos que se transforma en idilio. Un amor declarado por el poeta pero no correspondido por la Pivano. Si me preguntan con quien de los dos me quedo, mi respuesta es con Pavese, pero eso no quita que desmerezca a Pivano.
Con respecto a las veces que Narda y Ernest se reunieron, conozco lo justo y, con respecto a la biografía, yo personalmente trato de ser amplio, cada autor incorpora su impronta y no todos son fieles a la verdad en el documento escrito.
Giuseppe me señala sobre las "malas fuentes". Coincido con él. Reconozco que muchas veces peco de ingenuo. Esta dificultad ya me ha creado algunos problemas con varios estudiosos que me golpearon con críticas feroces y haber sido señalado por John Hemingway(nieto) como un mentiroso.
Tal vez lo rico de La pipa siga siendo esta posibilidad de decirnos las cosas sin hipocresía y con toda naturalidad. Dejo abierto el juego.

1 comment:

Jack Cadillac said...

Estimado José Maria:
De ninguna manera es mi intención halagarlo. Dadas las circunstancias actuales de nuestro país, creo que es hora de virar, cambiar el rumbo de la nave, y dejarse de tanto franeleo con el difunto Ernest, y enfocar su poderío intelectual a la causa nacional. Saludos.