Thursday, September 04, 2008

NO GRITES ¡COMA…ANDANTE, COMA…ANDANTE!
Victoria cree que si Pierette no hubiera tenido a Oliver en sus brazos, los tres todavía dormirían un tiempo prolongado entre rejas. No puedo hablar de Tessie, no vale la pena, me enoja; sus acciones están siempre asociadas al trastorno. No me explico la ingenuidad del grupo- excuso a Oliver aunque a veces parece un adulto- quienes no fueron capaces de advertir el peligro. Estoy convencido que Tessie los metió en el pantano a Victoria y Pierette. La estoy viendo, gritando y largando llamaradas por la boca como un dragón. Todo por defender al músico cubano Gorki Águila, el líder de la banda Porno para Ricardo quien, apoyado por la bloguera Yoani Sánchez, trataba de librarse del juicio que la corte caribeña le iniciaba bajo la acusación de peligrosidad social predelictiva, por las letras de las canciones que compone en contra del sistema, en directo insulto a Fidel. A las puertas del Tribunal Municipal los rebeldes convocaron a sus seguidores y allí, sin permiso, la alocada de Tessie arrastró a Victoria y Pierette. Obviamente la policía no pregunto si estaban de paseo, actuó con rigor. Yoani Sánchez dijo sentirse dolida y afectada, Ciro Díaz, el guitarrista del grupo, se comió tres horas de arresto, mientras que a Tessie le clavaron la mirada cuando gritaba: ¡Coma...andante. Coma…andante. Coma…andante! y a la pareja con el niño en brazos le indicaron que se marcharan del lugar. La idiotez es grave. Con este acto peligra la atención de Daniela en la isla. ¿Por qué los extranjeros estaban acompañando a los rebeldes?¿ Turistas o agentes?¿La enferma es espía? Son algunas de las preguntas que se hicieron los investigadores. Para colmo, Tessie no tuvo mejor idea que decir: ¡Yo soy la esposa de José María Gatti, el especialista de Hemingway! Después de un silencio, le preguntaron: “¿Quién es Gatti?” Victoria salió a aclarar que se trataba de su padre y que era un estudioso de la vida del norteamericano. Terminado el interrogatorio, la patrulla policial acompañó a los sospechosos hasta el lugar donde vivían para constatar la certeza de la declaración.
A partir de ahora y gracias a la conducta de mi ex-esposa, cada vez que pise suelo cubano algún inesperado perseguidor me saludará para saber si efectivamente soy el investigador heminwayano o una fantasía más de tres abobados turistas.
LA PIPA DE HEMINGWAY YA ESTÁ EN LAS LIBRERÍAS.

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